diumenge, 5 de febrer del 2012

Enseñar en Tiempos Revueltos. (El bloggebrón. Capítulo 1)

MUERTE EN HAWAII

(o de cómo un grupo de madres exaltadas califican el horario vespertino de las 17:00 horas para la concentración contra los recortes en educación como irracional porque les jode la novela...)

     "En la noche asesina, y solo en el montículo,
¡qué soledad a veces Charlie, pavorosa"
Eduardo Lizalde

     Media docena de antihéroes arrastran sus mantitas hacia la puerta del instituto para unirse a sus compañeros, pertrechados con su inocencia a prueba de desengaños y armados con un irreductible fondo de optimismo. De las paredes cuelgan, hechos jirones por el viento, los eslóganes de la contienda.

     Se decía en el Egipto clásico de los faraones que unas orejas pequeñas eran el epítome de la maldad. Y puede que, aunque metafóricamente, no les faltase razón. El Padre Raúl A. Vocero blandía en su mano derecha a modo de arrugado hisopo el panfleto que los manifestantes le habían entregado a su llegada al centro al tiempo que avanzaba a grandes zancadas hacia el despacho del director. Excretaba ininteligibles juramentos que tropezaban entre sus apretados dientes y que en su salida silbaban haciéndole parecer, visto desde atrás, un tren fuera de control. No hay más tonto que el que no sabe escuchar porque quien no se nutre de lo que hay en su entorno más inmediato está abocado a fracasar en aquello que emprenda.

     Tomás Ré había ido al sastre esa misma  mañana. Últimamente le apretaba de más la sisa de la armadura de diario con la que iba a trabajar. Le hacía unas desagradables rozaduras en los genitales y temía que se le infectasen las heridas con tanta mala leche flotando en el ambiente. Oyó el fru-frú de la sotana del padre Raúl acercándose y notó como se le escapaban las ganas por las llagas. Tragó saliva, acostumbrado como estaba a conjugar dicho verbo, y aclarándose la voz con un suave carraspeo se dispuso a recibirle mientras la música que acompañaba a un grupo de ilusionistas-insurgentes se colaba por la ventana de su despacho...

Yo he peleado con cocodrilos
Me he balanceado sobre un hilo cargando más de 500 kilos
Le he dado la vuelta al mundo en menos de un segundo
He cruzado 100 laberintos y nunca me confundo

Respiro dentro y fuera del agua como las focas
Soy a prueba de fuego, agarro balas con la boca
Mi creatividad vuela como los aviones
Puedo construir un cerebro sin leer las instrucciones

Hablo todos los idiomas de todos los abecedarios
Tengo más vocabulario que cualquier diccionario
Tengo vista de águila, olfato de perro
Puedo caminar descalzo sobre clavos de hierro

Soy inmune a la muerte
No necesito bendiciones porque siempre tengo buena suerte
Ven conmigo a dar un paseo por el parque
Porque tengo más cuentos que contarte que García Márquez

Por ti, todo lo que hago lo hago por ti
Es que tú me sacas lo mejor de mí
Soy todo lo que soy
Porque tú eres todo lo que quiero

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